En el pintoresco pueblo de Chilches, en la Comunidad Valenciana, se venera desde hace siglos una imagen sagrada conocida como el Santísimo Cristo de la Junquera. La historia de esta venerada imagen está envuelta en leyendas y milagros que han dejado una profunda huella en la devoción de sus habitantes.

Cuenta la leyenda que, hace muchos años, en una época de grandes dificultades para la villa, la imagen del Cristo desapareció misteriosamente. Sin su presencia, los habitantes de Chilches se sintieron desolados, pues el Cristo había sido un símbolo de protección y fe para la comunidad.

Tiempo después, el 18 de enero de 1625, dos hermanos labradores, mientras realizaban sus labores diarias en el campo con sus bueyes, descubrieron la imagen del Cristo, sin manos y sin cruz, pero intacta en su esencia espiritual. La noticia del hallazgo se difundió rápidamente en el pueblo. Desde aquellos días la imagen fue conocida como el Santísimo Cristo de la Junquera, en honor al lugar donde fue encontrada.

Durante la Guerra Civil Española, la imagen del Cristo de la Junquera desapareció nuevamente, causando gran tristeza en el pueblo, aunque su fe permaneció intacta. Años después, unas niñas, entre risas y juegos, encontraron de nuevo la imagen.

Con el paso de los años, el Santísimo Cristo de la Junquera se convirtió en el patrón de Chilches, Cada año, durante su festividad, el pueblo celebra con una gran fiesta y una procesión en su honor, recordando los milagros y la protección del Cristo. La imagen permanece en la iglesia del pueblo, venerada y cuidada por generaciones, como un testimonio eterno de la devoción y la esperanza de la villa de Chilches.

Ferrer Ferran convierte en música los acontecimientos relatados, llevando al oyente en un viaje onírico a través de los momentos vividos en torno a la imagen del Cristo de la Junquera. Su obra transforma la historia en una experiencia sonora que revive la devoción, la pérdida y el milagro con delicadeza y profundidad.