El compositor Ferrer Ferran concluye un proyecto personal que estrenará una gran formación musical y que pone melodía a la pandemia del Covid.
JAUME LITA
Esta claro que todo en la vida tiene música y que notas musicales se pueden sacar de cualquier instante. Sea el que sea. Ahí están las muy diversas fuentes de inspiración. ¿Es posible hacer del dolor social un canto a la esperanza? ¿Puede el coronavirus provocar que un músico viaje con las notas por todos los escenarios de la pandemia? La repuesta: sí. Y todo ocurre con sello valenciano. Ferrer Ferran ha concluido recientemente un proyecto personal en el que ha unido los diversos puntos de la tragedia social actual para hacer un «canto sinfónico a la esperanza». No faltan ni los aplausos, ni el recuerdo a los fallecidos ni la gloria por el futuro hallazgo de la solución al virus chino. Todo bajo un nombre evocador: ‘El brillo del Fénix‘.
«En toda tragedia siempre hay esperanza, por eso el final es un ‘Aleluya‘«. Así describe el compositor valenciano Ferrer Ferran los últimos compases de una obra que ha concluido recientemente. Y es que sin responder a ningún encargo ni propósito en concreto, el músico internacionalmente interpretado se marcó el objetivo de plasmar en pentagrama las diferentes situaciones que se estaban viviendo con la expansión del coronavirus. La composición ha sido casi ‘en directo’, con sentimientos que se orquestaban conforme ocurrían. El coronavirus le inspiró.
La composición musical lleva por título ‘El brillo del Fénix’, por aquello de simbolizar en el ave que resurge de sus cenizas el proceso social que ahora se inicia. Según describe el propio padre de la creación musical es un «canto sinfónico a la esperanza», ideado para una gran banda sinfónica acompañada con un destacado coro de voces. Más de 200 músicos para interpretar una composición que tiene una duración de 22 minutos y que, siguiendo la técnica artística del maestro, implica un completo viaje por los sentimientos que deja la catástrofe sanitaria. La obra comienza con «un grito de alarma que evoluciona en el caos de un virus que contagio», relata el compositor a LAS PROVINCIAS justo tras sellar el final de la pieza musical. A partir de ahí, el sello de Ferrer Ferran evoca «el dolor de las residencias, el luto por los fallecidos sin despedida, la oración por los difuntos, como esas personas morían en silencio», pero también hay lugar para cierto «jolgorio». Los aplausos, que han acompañado cada tarde durante 50 días para reconocer el trabajo de los profesionales sanitarios, también están representados con ocho campanas, a modo de señal horaria, «con la música y los aplausos de los músicos, evolucionando mientras el coro canta ‘¡Covid, Covid!‘ y de nuevo otro día de aplausos«.
Inspiración, estreno y dedicatoria
«Me sentaba al piano y salían solos los acordes y unas melodías preciosas. Siento que esta es una creación diferente, una obra que me ha marcado a nivel personal, con la que he sentido cosas que nunca había experimentado. Es algo completamente mágico. En el pentagrama está la melodía que ha nacido para los que sufren solos o han perdido algún ser querido«, resumen Ferrer Ferran.
La obra no tiene fecha de estreno pero sí está asegurado que una destacada formación musical la interpretará en el primer concierto que se pueda celebrar tras la pandemia. En ese momento el despliegue será uno de los mayores realizados para una obra compuesta por Ferrer Ferran. «El público y los músicos sentirán cada uno de los pasajes recogidos en la obra y revivirán todo lo ocurrido«, augura el músico valenciano, quien adelanta que el trabajo será adaptado para otras agrupaciones musicales de menor dimensión, para que el nivel musical y la técnica no sean un impedimento para rememorar el paso del coronavirus. Además, las partituras será de acceso gratuito en internet.
La composición se cierra con un ‘Aleluya‘ que simboliza la victoria al virus, una licencia que se permite el músico valenciano para cerrar un trabajo «diferente, fuera de los normal». «Que de las cenizas del ‘Ave Fénix’ revivan en nuestro pensamiento aquellas almas desaparecidas«, dedica el valenciano en un mensaje que leerán por completo aquellos que con sus instrumentos emprendan el viaje por la memoria del coronavirus. La pandemia hecha música, desde Valencia.